domingo, 10 de julio de 2016

El cultivo de la atención plena


El cultivo de la atención plena

“Cada bol que lavas atentamente, te acerca más a la estabilidad”, escribe Thich Nhat Hanh. Y eso es quizás difícil de lograr para quien le desagrade hacer el aseo, pero tenga que hacerlo.

Entonces inspira, trae tu conciencia al ahora, y quizás te sorprendas lavando amorosamente el bol, como si fuera lo más importante en el mundo, y disfrutando intensamente el momento.

El cultivo de la Atención plena se puede ejercitar en cualquier instante, lavando un bol, regando las plantas, paseando, dibujando, haciendo música, incluso en el trabajo, y en los momentos con la pareja, la familia o los amigos.

Un abrazo atento es lo más maravilloso que tenemos para dar a nuestros seres queridos. Un juego atento con nuestros hijos, una charla atenta con nuestros padres, una conexión atenta con las personas que amamos. Ellos se merecen nuestra total y completa atención… y nosotros también.

Con el cultivo de la Atención plena en el día a día tenemos momentos de vida plena por ganar, y también tenemos cosas que perder.

En una ocasión alguien le preguntó a Buda: “¿Qué has ganado con la meditación?” y Buda respondió: “Nada. Sin embargo te digo que he perdido la ira, la ansiedad, la depresión, la inseguridad, el miedo al futuro y a la muerte”.


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