miércoles, 11 de marzo de 2015

La estrella verde


LA ESTRELLA VERDE
(elaborado de un texto recibido del centro Rosacruz de Corrientes - Argentina)

 
            Existían millones de estrellas en el cielo. Estrellas de todos los tamaños y formas y colores: blancas, plateadas, doradas, rojas, azules, y una verde. Un día, inquietas, se acercaron todas a Dios y le dijeron: 
            - Señor, nos gustaría vivir en la Tierra, entre los hombres.

            -  Así  será,  -  respondió  el  Señor  -  os  haréis  pequeñitas  para  poder  bajar  a  la
Tierra.

            Y  cuéntase  que  aquella  noche  hubo  una  lluvia  de  estrellas.  Algunas  se acurrucaron  en  las  torres  de  las  iglesias,  otras  fueron  a  jugar  y  correr  junto  a  las luciérnagas por los campos, otras se mezclaron con los juguetes de los niños, y la Tierra 
quedó maravillosamente iluminada.

            Pero, con el pasar del tiempo, las estrellas resolvieron abandonar a los hombres y volver al cielo, dejando la Tierra oscura y triste. 
            - ¿Por qué volvéis? - preguntó Dios, mientras iban llegando al cielo. 
            - Señor - dijeron - no nos fue posible permanecer en la tierra. Allí existe mucha
miseria y violencia, mucha maldad, mucha injusticia…

            Y el Señor le dijo:

            - Tenéis derecho a pensar que vuestro lugar está aquí en el cielo. Y que la tierra es el  lugar  de  lo  transitorio,  de aquello  que  pasa,  del  que cae,  del  que yerra,  del  que muere;  donde  nada  es  perfecto.,  mientras  el  cielo  es  el  lugar  de  la  perfección,  de  lo inmutable, de lo eterno y donde nada perece.

            Después de terminar de llegar las estrellas y comprobar su número, Dios habló de nuevo: 
            - Falta una estrella. ¿Será que se extravió?

            Un ángel que estaba cerca, respondió: 
            - No, Señor. Una de las estrellas resolvió quedarse entre los hombres. Pensó que su lugar  está  exactamente  donde existe  la  imperfección,  donde las cosas no van bien, donde hay lucha y dolor.

            - ¿Qué estrella es ésa? - preguntó Dios. 

            .- Es la Esperanza, Señor, la estrella verde. Es la única estrella de ese color.

            Y, cuando  miraron  hacia la  Tierra, vieron  que  la  estrella  ya  no se  encontraba sola. La Tierra toda estaba nuevamente iluminada, porque había una estrella verde en el corazón de cada persona 
            Esperanza es el único sentimiento que el hombre tiene. Dios no necesita tener esperanza.  Dios  ya  conoce  el  futuro.  La  esperanza  es  propia  de  la  persona  humana, propia de aquél que yerra, de aquél que no es perfecto, de aquél que no sabe cómo será el futuro. 
            Recibe  en  este  momento  la  estrellita  verde  en  tu  corazón.  Es  la  estrella  de  la esperanza.  Tu  estrella  verde.  No  dejes  que  huya  ni  permitas  que  se  apague.  Ten  la 
certeza de que iluminará tu camino. Sé siempre positivo y agradéceselo a Dios todo. Sé siempre feliz y contagia con tu corazón iluminado a otras personas. 
Boletín Nº 37 AÑO 2.000 - CUARTO TRIMESTRE 
(Octubre-Diciembre) FRATERNIDAD ROSACRUZ  MAX HEINDEL (MADRID) 
 

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