lunes, 6 de septiembre de 2010

¡HAMBRUNA! - de Luz Universal


¡HAMBRUNA!
de Luz Universal


El mundo psicológico y moral de las humanidades en curso, se
encuentra alelado por algo que ha existido siempre, y que sin embargo
no se ha allegado suficiente comprensión, suficiente inteligencia para
su uso o manejo. Nos referimos exactamente al DINERO que por un
lado es el señuelo que hace mover el hombre y por el otro, una necesidad
relativa, porque cuando rebasa el límite de las necesidades, se
convierte en el tirano del hombre inconscientemente; en tales circunstancias
el hombre no es dueño del dinero, si no que el dinero esclaviza
al hombre, haciéndole verificar multitud de torpezas, la mayor parte de
ellas en contra de sus hermanos en la humanidad, sacrificando el porvenir
de la raza, la salud de la misma, y obstaculizando el desplazamiento
de la inteligencia y de la sensibilidad, que son las cualidades
que diferencian al humano de sus hermanos menores en la escala
infinita de la evolución.

Hoy el mundo está invadido por la seducción de los valores flotantes
y la humanidad es incapaz de pensar que esto, como ya dijimos,
es relativamente necesario, pero jamás la meta de un hombre
más o menos racional, más o menos consciente. Cuando el ser humano,
por ambiciones económicas exageradas salidas del límite, sacrifica
el porvenir de las juventudes, que son el de la raza y el de la humanidad
vendiéndole alcaloides, destruyendo así las neuronas, vehículos
de la CONCIENCIA y SENSIBILIDAD, factores que como ya dijimos,
son la determinante de los seres superiores, el loco ambicioso al
hacerlo así, no sabe que se está creando un destino funesto para sí
mismo y para sus hermanos en la humanidad, porque los efectos siguen
a las causas como la sombra al cuerpo; esta es una Ley Eterna
e irreversible, pues para mermar su efecto, no hay absoluciones, ni
perdones de ningún género, porque, “lo que hacemos a otros, eso nos
harán a nosotros”.

La grandeza de un pueblo, como colectividad y las personas,
como entidades integrantes de esa colectividad, se debe sencillamente
a dos aspectos, tan simples en su enunciado, como sublimes y poderosos
en sus efectos; el pueblo que pretende ser grande, debe
CULTIVAR LA TIERRA Y CULTIVAR AL HOMBRE, lo demás, viene
como consecuencia de estos dos maravillosos cultivos.

El más elevado jefe de cualquier idealismo, o de cualquier función
socio política, tiene que comer para subsistir, pues ello es absolutamente
indispensable para que el hombre posea energía, voluntad y
otras cualidades, que solamente medran al calor de la vitalidad. Pueblo
que se desnutre, o que lo desnutren los que solamente alimentan
ambiciones económicas, van necesariamente al desastre: la tuberculosis,
la desnutrición hacen que el cuerpo humano, no sea digno vehículo
del espíritu que en él mora, él que lo está utilizando como maravillosa
herramienta para adquirir consciencia y sensibilidad en este mundo
tridimensional.

Por lo tanto el primer factor en la grandeza de un pueblo, está en
que la mayor parte de la población se dedique a la agricultura, ciencia
que debe considerarse sagrada, porque de ella depende la fortaleza y
dignidad de los pueblos; el agricultor es para una sociedad consciente,
el primer ciudadano de la nación, porque él es el que le proporciona
lo fundamental de la vida manifestada.

A los nobles campesinos, que dan su vida y su energía cultivando
la tierra, para que el resto de sus congéneres pueda vivir, hay que
ayudarles en primer lugar enseñándoles como se conservan las tierras,
como se hacen prolíficas y cual es el elemento fundamental para
que ésta, nuestra madre común, pueda darnos el sustento necesario.

El primer factor para que ella pueda cumplir la divina misión de
alimentar a sus hijos, es proporcionarles AGUA, porque del agua depende
la oxidación de los elementos que van a sufrir la transformación
necesaria para nutrir los vegetales, base y fundamento de la vida animal
y humana. Nada puede existir en la tierra, sin el reino vegetal,
porque tienen la cualidad maravillosa de transformar los minerales en
vida vegetal, produciendo raíces, bulbos, como la papa, la patata, la
yuca. los cereales y tantos otros de los cuales se alimenta la vida
animal y humana; además, el agua es la base y fundamento de toda
existencia, porque el hombre que tanto se ha envanecido, sin comprender
los misterios de la vida, no se da cuenta que su cuerpo es un
65% de agua y en ella un poco de minerales disueltos, como fósforo,
fierro, azufre y los metaloides fundamentales, como son oxígeno, hidrógeno,
nitrógeno y carbones.

Si supiéramos entender a fondo y bien que la vida animal y humana
se sostiene única y exclusivamente del reino vegetal, le rendiríamos
a este reino culto místico y conscientivo, porque así un pueblo en que el
reino vegetal es primero, podrá derivar de él todos los elementos que
necesitamos; todos los terratenientes, sembrarían por lo menos una
estaca o un brote diario de algún árbol, preferiblemente frutales, y sobre
todo aquellos de naturaleza oleosa, como el coco, el maní y todos los
que producen almendras, porque los frutos oleaginosos son verdaderamente
la nutrición de un pueblo consciente, sabio y culto.

El estreñimiento que es la peor de las afecciones, no existiría si
se comiera todos los días alguna porción de fruta oleaginosa y una
fruta pasa, como uvas, ciruelas, higos, duraznos, etc.

Lo que acabamos de decir de la nutrición, no es para llenar con
palabras el artículo, si no para enseñar verdades incuestionables.

Ahora veamos cuales son las antenas que condensan la humedad
o producen las lluvias, pues este imán, SON LAS RAMAS DE LOS
ARBOLES, así que, a medida que se talan los bosques se arruinan las
tierras, se arruinan los agricultores y se destruye la grandeza de los
países.

Cualquiera puede observar que en las zonas selváticas, las lluvias
abundan y en las zonas en las cuales el árbol ha sido destruido,
las tierras se secan, se hacen áridas, los ganados no tienen donde
pastar, las aves no tienen árboles para colocar allí sus prodigiosos
nidos, cuyo arte y estética son un prodigio; el estiércol de las aves
conduce las semillas de los frutos que han comido y hacen generalmente
prolífico el mundo vegetal.

Otra de las grandes inconsciencias que tiene el agricultor, está
en la manera como cultiva la tierra surcándola en forma perpendicular
con relación a los valles, y así la erosión se lleva el humus de la tierra,
que es el mejor abono que pueda concebirse. Tampoco se debe olvidar
que los verdaderos abonos son, el humus del reino vegetal y el
estiércol de los animales. No olvidemos, ni olvidar debemos, que los
residuos del mundo vegetal y del mundo animal no son reemplazables
por abono químico, ni por ningún otro elemento. Los abonos vegetales
y animales hacen la tierra prolífica, pues con ellos crecen las plantas,
producen frutos, flores, alimentan las aves, embellecen el ambiente,
nutren al hombre y hacen de la vida humana algo digno de vivirse.

En los lugares en donde hoy hay grandes desiertos, se levantaron
antaño grandes civilizaciones, pero el hombre inconsciente taló los
bosques, destruyó las yerbas, se secaron las aguas y hoy son verdaderos
eriales, donde la vida no puede operar, porque no cuenta con
los elementos indispensables para ello, siendo el agua el primero de
ellos, y por tal repetimos lo ya dicho; las ramas de los árboles son los
campos magnéticos que condensan la humedad y producen las lluvias,
además, el oxígeno indispensable para la vida animal, es el resultado
de la fotosíntesis que se produce por la clorofila de las plantas,
y mientras ellas, absorben anhídrido carbónico, que es tóxico para la
vida animal y humana, las plantas lo asimilan y nos devuelven glorioso
el prodigioso oxígeno que es vida y energía para los seres en los cuales
alienta la vida.

Esperamos que los lectores transmitan estas ideas a los nobles
hermanos que cultivan las tierras y así, si, se servirá al sentido patrio y
sobre todo al sentido espiritual y humano de la vida y de la evolución.

El otro aspecto, el del cultivo del hombre, le sigue en jerarquía;
hoy el mundo carece de hombres cultos, inteligentes, sensibles y humanos,
para dirigir los destinos de la humanidad en curso.

Es verdaderamente lamentable, que algunas de las universidades
de América, hayan prescindido de la cátedra de “Filosofía y Letras”, que
es la que contribuye eficazmente a la evolución de la inteligencia, olvidando
que a esta divina cualidad humanizada, se debe el verdadero progreso
de los pueblos. En las escuelas y colegios deben los hombres nobles,
sanos y justos, seleccionar los jóvenes que poseyendo cualidades de
inteligencia y de voluntad para triunfar, sean ayudados para cumplir la
noble misión que les está destinada, si se les da la educación adecuada,
de acuerdo con las necesidades de crear pueblos conscientes de que la
primer ciencia debe ser la agricultura y la segunda la educación del ente
humano, para que éste pueda aportar al progreso y bienestar de la humanidad,
su generosidad ideal, su sensibilidad, entregada al servicio de la
humanidad, porque este es el verdadero espíritu cristiano, del cual se
habla mucho teóricamente, pero que no existe ya en realidad.

PUEBLOS GRANDES. SERÁN AQUELLOS QUE COMPRENDAN
LO QUE SIGNIFICA EL CULTIVO DE LA TIERRA, EL CULTIVO
DEL ÁRBOL Y EL TRABAJAR POR EL DESPERTAMIENTO Y UTILIZACIÓN
DE JÓVENES INTELIGENCIAS que están totalmente abandonadas
y por tal dedicadas, no a la superación, sino a la degradación
por medio de los vicios, en los cuales los alcaloides están ejerciendo
una destrucción total de la humanidad peregrinante.

Además, los jóvenes deben saber que la energía procreadora
debe sublimizarse a través de la sensibilidad e inteligencia, para elevar
la magnitud humana, frente al proceso infinito de la evolución.

La energía psicogenésica, no perdida tontamente, sino guardada,
hará del hombre un centro de energía sin igual y además cuando
el hombre desarrollado, forme un hogar, engendrará hijos que darán
lustre a la familia y grandeza a la humanidad.

No debemos olvidar jamás que el hombre está en proceso de
evolución y solamente usando bien la energía procreadora, podrá cumplir
su divina función: así la sensibilidad, voluntad e inteligencia, serán
los resortes admirables de una humanidad grande, en un próximo,
como inmediato futuro.

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463 - JOYAS ESPIRITUALES - - 01/01 - - FRATERNIDAD ROSACRUZ DEL PARAGUAY

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